Esta situación se acentuó a causa de los cambios que se produjeron en la propia percepción de los sentidos, puesto que la invención del automóvil, del telégrafo, del avión y de muchas otras cosas, dieron a la rapidez y al tiempo una nueva dimensión que requería de percepciones mucho más aceleradas.
Sin embargo, todos estos cambios no fueron aceptados con tanta euforia por la joven generación de artistas como en su día lo hicieron los impresionistas. La cara oculta de la modernización (alienación, aislamiento y masificación) quedó al alcance de la vista, sobre todo en las metrópolis. Los artistas, en su función de apasionados reformadores del mundo que deseaban derrocar el orden establecido, buscaban "un arte nuevo para un mundo nuevo". Cuadros cargados de emoción debían captar los sentimientos más íntimos del ser humano...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario