Con la apertura, el 4 de noviembre de 1781, de la Academia de las Tres
Nobles Artes de San Carlos: arquitectura, pintura y escultura de la
Nueva España, se puso la primera piedra de la enseñanza artística
moderna en el continente.
La Academia empezó a laborar bajo el modelo de la madrileña Academia de
las Nobles Artes de San Fernando, en la antigua Casa de Moneda, donde
hoy está el Museo Nacional de las Culturas.
Su primer director fue el español Jerónimo Antonio Gil, Tallador Mayor
de la Real Casa de Moneda, a quien el Rey Carlos III encomendó la tarea
de fundar una escuela de grabado en hueco para capacitar al personal de
esa casa.
A los 10 años se mudó a unos pasos de allí, al edificio que albergó al
Hospital del Amor de Dios. Por esa razón, la calle adoptaría luego el
nombre de Academia.
Durante los siglos XVIII y XIX la Academia fue el centro de enseñanza
de las artes más importante de América. Su apertura supuso un vuelco en
la estética oficial de la Nueva España, al desplazar al barroco e
instituir el estilo neoclásico —así como elementos racionalistas— que
llevaba ya más de medio siglo vigente en España.
Entre sus maestros de fines del XVIII, están Manuel Tolsá, Joaquín Fabregat y Rafael Ximeno y Planes.
Después de la lucha de Independencia, la Academia se vio afectada por
la inestabilidad política del país. A mediados del siglo XIX Javier
Echeverría —secretario de Hacienda en 1834 y presidente de la República
por 18 días en 1841— la salvó de la ruina al lograr que el gobierno de
Santa Anna la apoyara económicamente mediante una lotería.
Durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX tuvo una
incidencia enorme en la arquitectura de la ciudad; muchos de los grandes
proyectos religiosos y civiles fueron diseñados bajo su techo.
En 1910 pasó a ser parte de la entonces Universidad Nacional de México y
participó en la vorágine cultural que tras la Revolución construyó una
nueva identidad nacional.
Cuando la Universidad Nacional logró la autonomía, en 1929, la Academia
se dividió en dos escuelas, la Nacional de Arquitectura y la Nacional
de Artes Plásticas. La primera cambió su sede en 1953 a Ciudad
Universitaria. La segunda permaneció en el Centro Histórico hasta 1979,
cuando se mudó a Xochimilco.
Actualmente el edificio de Academia 22 alberga la división de Estudios
de Posgrado y Educación Continua de la Escuela Nacional de Artes
Plásticas (ENAP) de la UNAM.
Su renombre se debe en buena medida al paso de reconocidos
protagonistas del arte mexicano por sus aulas: Félix Parra, Pedro Patiño
Ixtolinque, Luis Nishizawa, José María Velasco, Diego Rivera, José
Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo y Magali Lara,
entre otros.
http://www.mnsancarlos.com/
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