martes, 8 de diciembre de 2015

Weegee

Usher H. Fellig nació el 12 de junio de 1899 en la localidad austríaca de Zioczew, poco después integrada a Polonia.

Llegó a Nueva York en 1910, con sus padres y hermanos. Se instaló en el Lower East Side y no tardó en cambiar su nombre de pila: Usher se metamorfoseó en Arthur. Dos décadas después, cuando ya se ganaba la vida captando para los periódicos neoyorquinos imágenes de incendios o detenciones, Arthur H. Fellig se había difuminado en la espiral austríaca del tiempo y todo el mundo le conocía por el escueto y original apodo de Weegee. Como cualquier emigrado centroeuropeo buscando su lugar en la tierra de las grandes oportunidades, Fellig, por una mera cuestión de supervivencia, fue vendedor callejero y plomero. Tuvo su primer contacto con la fotografía hacia 1924, en la tienda de un fotógrafo que le hacía retratar niños en la calle. También se inició entonces en el cine, una de sus grandes debilidades: cuentan sus biógrafos que tocaba el violín en las proyecciones de películas mudas.


La agencia periodística “Acme News” resultó fundamental para el estilo posterior de Fellig, de la misma forma que las labores como reportero periodístico del director cinematográfico Samuel Fuller (1912-1997) influirían después en su cine directo, seco y cortante. Empezó en Acme como técnico de laboratorio y terminó haciendo reportajes gráficos de sucesos nocturnos. Languidecía el año 1950. Se compró su primera cámara fotográfica, una Speed Graphic 4×5 con flash, y se convirtió en uno de los más cotizados fotógrafos “freelance” del momento. Su primera jugada maestra fue mantener una cordial relación con la jefatura central de policía de Manhattan, desde donde le avisaban siempre del lugar en el que se había cometido un crimen o de las redadas y las detenciones. El resultado fue que siempre colocaba antes que nadie sus fotografías en las primeras ediciones de los periódicos. Su segunda jugada maestra consistió en conseguir un permiso para equipar su auto con una radio policial, con lo que a veces llegaba al lugar del crimen antes que la mismísima policía. Esto ocurría en 1958, al inicio de la época dorada de Weegee.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario