martes, 17 de noviembre de 2015
Catedral de Milán
La Catedral de Milán, en italiano conocida como el Doumo di Milano es el símbolo de la ciudad. Un enorme templo dedicado a Santa María, es una de las arquitecturas más conocida y complejas del mundo, una gran mezcla del gótico tardío, el gótico francés y renacentista. Situada en medio de la ciudad de Milán, con sus 157 metros de largo y su capacidad de albergar hasta 40.000 personas en su interior, es uno de los edificios más impresionantes que podemos encontrar en Italia. De hecho la Catedral de Milán cada año atrae a más de un millón de turistas , es uno de los edificios más visitados del país.
La Catedral de Milán fue un proyecto iniciado por el Duque de Milán en el año 1386, con el fin de darle a la ciudad un monumento religioso digno de su importancia y lo ha conseguido. Hoy en día la Catedral de Milán luce su esplendor, belleza e importancia como si fuera su primer día. Durante su construcción paso por las manos de muchísimos arquitectos y artistas de diseño , cómo el mismo Leonardo da Vinci o Filarete , que cuidadosamente han incorporado cada uno de los detalles que se encuentran tanto en su fachada como en su interior. Después de siglos de trabajo y esfuerzo, en 1887 terminó la construcción del Doumo di Milano.
Una vez llegado en la Plaza del Doumo en Milán, es muy difícil no quedarse impactado por la grandeza de este monumento religioso situado en el corazón de la plaza. Las gigantescas dimensiones de la Catedral de Milán con su fachada repleta de arcos decorados con estatuas y coronados con obeliscos, dejan si palabras a cuáquera que se le acerque. Sus tejados casi inalcanzables dominados por estatuas de gran calidad, recubierta de mármol blanco esculpido es una auténtica obra de arte. El punto más alto de la catedral es La Madonnina, es una obra de cobre dorado creada por Carlo Pellicani en la última fase de la construcción del templo. Los tejados de la Catedral de Milán están abiertos al público, una de las experiencias más curiosas es justamente subir en los tejados de este templo, que ofrecen a Milán a vista de pájaro.
En la Plaza de Doumo se sitúan los cinco accesos de la Catedral de Milán, la puerta principal es una enorme puerta bronce , dedicada a la virgen María , cada uno de sus recuadros cuenta un capitulo bíblico que trata sobre la vida de la virgen, una magnífica obra resultado del esfuerzo de varios artistas .Cada uno de los portales de la catedral están decorados con relieves realizados entre los siglos XVI y XVII , con diseños de Cerano. Sobre cada puesta de la Catedral de Milán se pueden observar ventanas que datan del siglo XVII .
El interior de la Catedral de Milán es uno de los lugares más impresionantes que se pueden visitar. Una planta cruciforme conformada por cinco naves, una nave centrar y dos laterales a cada lado , que descansan sobre 40 espectaculares columnas que miden casi 25 metros de altura cada una. La nave central es la más alta de todas, alberga a varios monumentos dignos de ver como la Estatua de San Bartolomé , el Sarcófago de Marco Carelli , los Atares de Pelegrini , La Obra Vista de San Pedro a Santa Agatha encarcelada , los Sarcófagos de los arzobispos Ottone y Giovanni Visconti y las naves laterales. La Catedral de Milán está decorada con frescos suspendidos entre los pilares y gigantes rosetones que iluminan sus oscuros pasillos.
El Ábside de la Catedral de Milán se merece una atención muy especial, diseñado por las manos de Nicolò di Bonaventura, mirar hacia sus tres inmensos ventanales con vidrieras , considerados como los más grandes del mundo, es una experiencia que no se puede describir con palabras. En el coro norte de la catedral, se puede observar un gran órgano construido en 1556 por varios artistas, y sus dieciséis columnas que decoran el área del altar son dos obras espectaculares.
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